Wednesday, April 18, 2007

La cultura que viene

Y digo yo... ¿qué esperaban? Aunque no le quito interés al "experimento social" llevado a cabo en Washington por Joshua Bell , y, en Madrid, por Ara Malikian , dos reconocidos violinistas. Se aposentaron durante un buen rato en sendas estaciones metropolitanas, uno con su Stradivarius y, el otro, con su violín del siglo XVIII. Y... ¿cuánta gente se paró a escucharles? Ni deu. Una señora en Washington, y dos jóvenes en Nuevos Ministerios.

Dicen que la gran ciudad nos aliena, pero yo creo que esto mismo podría haber sucedido en un concierto. Yo diría que el 50% de los habituales de los conciertos de "música clásica" no distingue un Stradivarius de mi violín. Qué triste. Qué triste que se gasten las pelas en eso, quiero decir. Qué triste que la música esté tan pasada de rosca en la sociedad, y que triste que a los profesores no nos dejen enseñar, coño. Que nos van a recortar más horas de música. A ver si las noticias del experimento llegan a las OREJAS de nuestros queridos reformistas de la educación.

Lo que más me joroba es la asociación indiscutible de música "clásica" y música "culta" (¡puaj!). Pues no, no tiene que serlo. (Sirva la biografía de Ara Malikian para ilustrarlo.) ¡Abajo el purismo! Pero, para ello, hay que popularizarla. No sirve tratarla desde un soporífero pedestal de oídos caducos.

1 comment:

Anonymous said...

Y cómo popularizar algo que está tan absolutamente viciado? Cómo abrir los oídos a quien no quiere escuchar? Y lo pero del caso es que la gente "escucha" música, es "fan" de algún grupo o estilo, pero... pocos, muy pocos quieren escuchar realmente y pocos tienen oídos tolerantes... Te apoyo en lo que dices, y sin duda un forma de intentar abrir esos oídos es la educación...
Vamos por mal camino con estas reformas educativas.